RECONSTRUYAMOS EL ALTAR EN NUESTROS CORAZONES

1. Pedro 3:15:

- Sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia; (La Biblia de las Américas).

El hombre en todos los tiempos, ha estado seducido a levantar ídolos en su corazón a santificar, (la palabra hagiázo nos habla de algo que se pone en el altar para ofrecerlo a Dios, apartado para Dios); aún la doctrina, tradiciones religiosas en muchos casos, inclusive antibíblicas y tradiciones de hombres. Es tiempo de volver a Cristo que es el único, que debiera estar en el altar de nuestro corazón, y de quién tenemos que presentar defensa, me refiero a la doctrina, la cual debe ser Cristocéntrica; él tendría que ser el centro de nuestra doctrina, no me mal entiendan, me refiero a aquellos que a nombre de Cristo levantan altares ya sea a siervos de Dios o a sus doctrinas, sin ni siquiera ver si estas se acomodan a lo bíblico, sabiendo de antemano que cada uno de nosotros somos imperfectos, que ninguna palabra es de interpretación privada sino como menciona la escritura, los siervos de Dios fueron inspirados por el Espíritu Santo, por eso muchos siervos de Dios usados en la historia aunque mantenían algunos errores doctrinales, eran usados por Dios y Dios permitió esto, pero por que tales siervos no endiosaron a la doctrina sino tenían a Cristo en El altar de sus corazones. No digo que algunos no amen al Señor, sino que algunos están cayendo en la idolatría del dogma, sin probarlo aún con las escrituras y en el peor de los casos a doctrinas que tienen entre comillas el nombre de ser Cristianas. La doctrina debe estar primero centrada en Cristo y su palabra; de ahí cientos de miles que dicen y señalan predicar la senda correcta, otros lo hacen sinceramente, aún dicen volver a las escrituras, pero en el fondo analizando su doctrina siguen levantado viejos esquemas, odres viejos y no me refiero con esto a que Dios solo hace cosas nuevas, sino a que muchos esquemas se han envejecido. Y esto sucede principalmente por haber dejado a Cristo, porque el odre nuevo siempre será Cristo. Los odres se envejecen por apartarse de Cristo, de su palabra y de la guía del Espíritu Santo. Y una manera de hacer esto, es levantar odres envejecidos o viejos, que para nada representan a la tradición Apostólica o paradosis enseñada en su palabra.

A este mandato viene lo que menciona Pedro, la apología, la defensa de nuestro evangelio centrado en Jesucristo, el autor y consumador de nuestra fe, se refiere a presentar defensa a cualquiera que nos demande razón de la esperanza que tenemos en Cristo y no a esquemas humanos ni aun llamados cristianos entre los muchos de ellos; ejemplo de ello es el Calvinismo doctrina de demonios con nombre Cristiano y antes de que alguien me llame arminiano o pelagiano sin entender doctrinalmente y explicar estas doctrinas con sus errores y señalarlas como doctrinas de hombres; las menciono también a ambas o también las doctrinas del tiempo final como el dispensacionalismo por ejemplo; o doctrinas neopentecostales como el g12, d12, Alfa, los nuevos movimientos apostólicos los que se centran en la prosperidad, no incluyo dentro de estos movimientos aquellos que representan la restauración bíblica de los ministerios con un enfoque Cristocentrico, entre las miles de doctrinas creadas y cuyo origen histórico está en Babilonia y que solo son una senda o camino hacia ella; hacia el catolicismo Romano, las cuales contaminan el corazón del hombre para que este tarde o temprano se vuelva ecuménico y vuelva a Roma.

Repito amados hermanos nuestra esperanza no está en sus doctrinas, sino en Cristo y en toda doctrina que se acomode a Cristo, a su Palabra y que refleje la perfección del sacrificio de Cristo; y no que se añada a este, como diciendo que ha sido imperfecto, como hacen muchas doctrinas. Pregúntense hermanos, ¿la doctrina que predican, glorifica la obra consumada en la cruz? o la niega, por que quien esto hace es el Anticristo y representa la doctrina del mismo, que niega que Cristo se hizo carne.

1Juan 4:1-4

Vrs. 1. Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.

Vrs. 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;

Vrs. 3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

Vrs. 4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.

De nuevo podemos observar, la advertencia de Juan el discípulo amado del Señor, sobre los falsos profetas; indicándonos que estos no confiesan que Cristo ha venido en carne, la palabra Homologéo en el griego, no solo es reconocer, sino principalmente, confesar, declarar; el cristiano declara y confiesa también a través de la doctrina. De ahí que hay muchas confesiones que aun niegan a Cristo, aunque se llamen bíblicas o reformadas. El catolicismo romano reconoce a Cristo, pero lo niega con sus muchas doctrinas; una entre ellas la concepción inmaculada de María, me explico, ellos reconocen de la boca para afuera que Jesús se hizo carne, pero en el dogma lo niegan, al establecer que Jesucristo no hubiera nacido en santidad, si María no hubiera sido concebida por el Espíritu Santo en santidad, como ellos lo afirman.

Toda doctrina que niega a Cristo en sus enseñanzas o a su obra perfecta en la cruz, (la que proporciona al hombre salvación completa a todo aquel que en fe se acerca a él obedeciendo al llamado del evangelio), está predicando la doctrina del anticristo.

Una pregunta que declara el fondo de este asunto es: ¿Si los apóstoles y siervos del Siglo I, estuvieran hoy con nosotros a que denominación creen que se unirían? o ¿A cuál apoyarían?, creo saber tal vez como responderían……..pero creo hermano que no se unirían a ninguna, a ninguna denominación, ni congregación.... “Dirían la palabra se ha cumplido.....el amor de los muchos se ha enfriado...…mi Señor no tarda en venir….ahora recuerdo lo que él nos preguntó: ¿Cuándo vuelva, hallaré fe en la tierra?…..”.

Esto de ninguna manera es predicar con pesimismo, es una exhortación para que despierten su celo por Cristo y salgan de ese esquema que ya no glorifica a nuestro Señor. Les dejo con esa interrogante ya planteada.

La palabra dice que el viene por su iglesia, no por alguna iglesia o denominación específica, pregúntense ahora cuales son los requisitos para estar en la membresía de esa iglesia que viene a buscar nuestro Señor. Algunos dirán que esto está inmerso en el tema de la gracia ya que son muchas las características que a todos nos hacen inmerecedores de que el venga por nosotros y que todo depende de la fe, la gracia y su sangre; aunque hay algunos que no creen en el poder de la sangre o la niegan con su doctrina; todo esto es cierto, pero pregúntense. ¿Merezco que él venga por mi ahora, qué pasaría si las cortinas de los cielos son abiertas y su excelsa gloria se muestra en el cielo, en este instante en el que leo esta reflexión, estoy listo, soy merecedor del supremo galardón de Cristo?.

Y no hablo esto, por aquellos que se creen elegidos fuera de Cristo, aunque ellos ni seguros están de su salvación, la cual debe ser uno de los estandartes de la fe Cristiana, ya lo dice Pablo, cuando menciona en Efesios el yelmo de la salvación.

Nosotros como cristianos debemos estar seguros de nuestra salvación en Cristo Jesús, pero el tema es: ¿Estamos haciendo lo correcto como siervos suyos? ahí va la pregunta.

Lo pongo de otra manera:

Mat 3:1 En aquellos días apareció Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea

Mat 3:2 y diciendo: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado."

Mat 3:3 Pues éste es aquel de quien fue dicho por medio del profeta Isaías: Voz del que proclama en el desierto: "Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas."

Mat 3:4 Juan mismo estaba vestido de pelo de camello y con un cinto de cuero a la cintura. Su comida era langostas y miel silvestre.

Mat 3:5 Entonces salían a él Jerusalén y toda Judea y toda la región del Jordán,

Mat 3:6 y confesando sus pecados eran bautizados por él en el río Jordán.

Mat 3:7 Pero cuando Juan vio que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: "¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?

Mat 3:8 Producid, pues, frutos dignos de arrepentimiento;

Mat 3:9 y no penséis decir dentro de vosotros: ‘A Abraham tenemos por padre.’ Porque yo os digo que aun de estas piedras Dios puede levantar hijos a Abraham.

Mat 3:10 El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles. Por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.

Mat 3:11 Yo, a la verdad, os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene después de mí, cuyo calzado no soy digno de llevar, es más poderoso que yo. El os bautizará en el Espíritu Santo y fuego.

Mat 3:12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era. Recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en el fuego que nunca se apagará."

Juan el Bautista represento al Elías profetizado en el libro de Malaquías, pero antes de hacer una exégesis de este asunto, veamos como vino, algunos tratan de atribuir a Juan la raíz esenia diciéndonos que él vino de dicha comunidad Judía; algo no muy claro en la historia y tal vez poco probable. En esos tiempos, al suceder ese acontecimiento, habían en Israel mínimamente 4 sectas o congregaciones reconocidas, tres de ellas contaban aún con tradición histórica, se las conocía por haber representado en su tiempo un estandarte firme de la fe en aquel Dios poderoso; entre ellas estaban las más afamadas, Fariseos y Saduceos tenían todo el peso de la historia y eran considerados miembros de los grupos más selectos en Israel, tanto por linaje como por servicio, además estaban los Esenios y Celotes (Secta o grupo religioso político reciente al tiempo de Cristo); en otro momento hablaremos cabalmente de los tales. De las 4 sectas, eran 3 las que representaban la estructura religiosa que Dios había usado y estaba vigente en ese tiempo a ojos de Israel; a ojos de Dios estos, exceptuando el remanente llamado entre ellos, ya no representaban su voz ni su obra.

Juan el Bautista como un tipo del Elías que había de venir, no vino, ni representó a ninguno de ellos; alguno tratará de concluir que esto es obvio, puesto que Dios establecería la gracia y cerraría el esquema del antiguo testamento, pero si bien esto es cierto, no habla solamente del término de la dispensación del antiguo testamento y el comienzo del nuevo; sino que para la venida y visitación de nuestro Señor a Israel ya todo se había vuelto corrupto, el odre había envejecido; un ejemplo de esto nos lo muestra el solo contemplar la elite de sacerdotes en el templo, los cuales eran puestos no por Dios, sino por el impero de Roma que eran quienes designaban con autoridad terrena y mediante influencias políticas elegían quien había de ser el sumo sacerdote o de qué familia.

Sucede de la misma manera hoy en día…

La voz profética de Elías, que NO estará en una sola persona, (mil disculpas a los dispensacionalistas, ¡pero es cierto!), no representará a ningún dogma o tradición humana, seudo-Cristiana, no representará a ninguna denominación mas bien acentuará el odioso principio del arrepentimiento en la predicación, aún para una iglesia que en este último tiempo ha echado fuera a Cristo, como esta profetizado en su palabra y que necesita convertirse a Cristo en este tiempo, (Apocalipsis 3:20, curiosamente en la etapa de la odisea = juicio a las naciones en griego).

Preparad el camino del Señor enderezad sus sendas clamaba Juan; es lo que tenemos que hacer ahora, y no digamos: pero somos cristianos, como aquellos fariseos que decían somos hijos de Abraham, porque cristianos hoy en día, Dios puede hacer salir hasta de las piedras. ¿N0 SE LLAMAN TODOS CRISTIANOS?, PERO QUIEN ES CRISTIANO SINO AQUEL QUE VIVE LO QUE CRISTO VIVIO Y ES FIEL A SU PALABRA Y SOBRE TODO A SU NOMBRE…

El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles. Por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.: decía Juan el Bautista, así también nuestro Señor en este tiempo está viendo los corazones de muchos que llamándose cristianos, han endiosado la doctrina, su denominación, poniéndola en sus corazones, sacando a Cristo de ese altar que sólo le pertenece a nuestro Señor.

La siega viene pronto: Su aventador está en su mano, y limpiará su era. Recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en el fuego que nunca se apagará."

¿Tu seguridad está fundada verdaderamente en Cristo? (1Co 3:11. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es “JESUCRISTO”). Es tiempo de derribar viejos esquemas que han sacado de nuestro Cristianismo a Jesucristo.

Debemos confesarlo a Él, no a los hombres; un siervo del Señor expresó lo siguiente: “Los credos de los hombres no pueden salvar, pero Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14:16). Cristo es nuestra confesión; su palabra es la lista impositiva de doctrina religiosa, adoptar y seguir sus principios es el deber de toda persona que quiere llevar su nombre”

Nuestra esperanza es Jesucristo…

1. Pedro 3:15:

- Sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia; (La Biblia de las Américas)

Dante V.

Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis